
Desperté con dolores en la espalda,
miedos en la sábana,
tan poco valor,
perdido y sin palabra,
pero desperté.
Desperté herido de bala,
sin sangre y sin calma,
vacío por dentro,
sin idea de nada,
pero desperté.
desperté distinto a la vida,
buscando una salida,
atormentada subida,
de otra caída,
pero desperté.
desperté y mañana pienso despertar,
y mientras siga despertando,
no habrá disparo, ni herida,
que me deje sin caminar.
porque de eso se trata,
nunca dejar de despertar.