
El aliento de la noche
parece rumorar una palabra,
que hace años nada me decía
y ahora con una brisa me llama:
confía, confía.
Tu ausencia en la casa,
dejó guardada una esperanza,
y quedó rondando una voz viva
que cuando más haces falta repite
confía, confía.
Tierna boca que anunciaba besos,
me enseñaste mucho más que eso,
y es que sé que del otro lado susurras,
espera, volveré a verte,
confía, confía.
Y eso haré porque te quiero,
y que vuelvas cada noche
con tu boca y tus besos,
siempre dirías,
confía, confía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario