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Explayarte. 17 febrero 2008
Por Alonso Monroy

La música comunica caminos, horizontes y vidas. La música existe, persiste y nunca se pierde; trasciende. La música, el sonido, cualquier beat, cualquier guitarrazo o cualquier percusión, se transmite a cualquier oído, desnudando pensamientos, dilemas, intrigas y pasados de cualquier índole o cualquier color. Amor, desamor, o cualquier deseo o represión.

Y así, la intención ya se cumplió. El mensaje se tradujo en cuerdas y voz, y se decodificó, de cualquier forma, en su receptor. Cualquier acorde, cualquier canal, cualquier mezcla, cualquier mensajero. Lo importante siempre será la interpretación.

Muchos dicen que la música es el mejor lenguaje, el que sólo transmite voz, sensaciones, pasión y mucha dedicación. Un lenguaje que sólo entiende de Valentía, coraje, mucho aprendizaje, seguridad y la firmeza que sólo un músico, mujer u hombre, pueden tener.

Y es que esta carrera definitivamente no es como la pintan en muchas películas, revistas amarillistas o programa de televisión. Atrás de la vida de todo músico exitoso, hay un largo camino batallado y bien librado, un camino lleno de obstáculos que deben ser superados envuelto, el artista, en la incertidumbre que sólo la espera y el anhelo de aquél tan valorado sueño en proceso puede dejar. Valientes de guitarra y pelo largo, o la moda que acomode mejor, pero definitivamente, artesanos de liras, batacas, bajos, percusiones, pianos, o saxofón. O maestros, aprendices, practicantes y educadores de la inmensa gama de instrumentos que existen actualmente.

Playa del Carmen no es ajeno a este fenómeno artístico y cultural. Aquí, a lo largo de los años, se ha ido consolidando un escenario musical envidiable y reconocido en muchas partes del mundo. Aquí, cientos de músicos han pasado y muchos más deleitan al público cada noche en diversos lugares, para todo público y cada gusto.

Sin embargo, aquí se ha ido construyendo un fenómeno que a muchos nos deja con la boca abierta. El continuo aprendizaje y surgimiento no sólo de nuevos talentos, sino nuevos músicos, compositores y artistas en toda la extensión de la palabra y sin contar la edad. Y es que EN estas tierras caribeñas, muchas bandas de diferentes géneros musicales se han estacionado para mostrar su música. Mientras que los jóvenes y niños que están realmente ilusionados y comprometidos con su proyecto, hoy en día estudian y se preparan para poder alcanzar ese suspiro de cualquier escenario a la espera.

Explayarte es un ejemplo claro, real y vivo de lo anterior. Una escuela de música y músicos de playa, un lugar donde aprender es el mismo lenguaje humilde para dominar cualquier instrumento con sus independientes proyectos; aprendiendo, conociendo, madurando y creciendo.

En Playa del Carmen, con escuelas como Explayarte, que ahora cumple 5 años y promete un estudio de grabación bastante completo y profesional, además de la reconocida calidad de sus maestros y colaboradores, así, este ciclo del aprendizaje y la transmisión de ideas y pensamientos musicales se cumple en su totalidad.

De esta forma la cultura y las artes una vez más se vuelven tema de conversación, pero sobretodo de estimulación en el aprendizaje del niño, joven o adulto, y es que la música nunca entenderá de edad, va más allá de cualquier cosa, trasciende, traspasa tiempo y espacio, se congela y vive para siempre, es un lenguaje cuyas palabras, sólo denotan pasión y mucha dedicación.