La añeja casa del pueblo.

NOTAS ALONSO MONROY
4 DE OCTUBRE 2007

- ESPECIAL CASA DEL PUEBLO.-

LA CASA DEL PUEBLO, TODA UNA VIDA VINCULADA A LA POLÍTICA EN YUCATÁN.

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A partir de la controvertida propuesta de la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco de ceder las instalaciones de la Casa del Pueblo a instituciones sociales del estado, y así transferir la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que por casi 80 años ha permanecido en este establecimiento, a una nueva sede estatal, continúa generando polémica dentro y fuera de este partido.

Uno de los puntos que más ha generado confusión dentro de la sociedad recae en el recuerdo histórico que muestra que desde su fundación, en Julio de 1928, estas instalaciones, que exceden los 10 mil metros cuadrados, han estado estrechamente vinculados con el devenir político de la entidad, dejando al aire y la incertidumbre, la supuesta intención social que en ella recaía.

“Esta casa siempre ha tenido roces y vida política, desde que comenzó con el Partido Socialista del Sureste (PSS), conjugado por el paso de militantes del Partido Nacional Revolucionario (PNR), que ahora es el PRI. En esta casa se han vivido momentos cruciales en el acontecer político del Estado, aquí se han anunciado destapes de candidatos gubernamentales, diputados y alcaldes de este partido” señala Juan Duran Flores, Secretario Organizacional del PRI en Yucatán, y huésped por más de 20 años de la Casa del Pueblo.

Si nos remontamos a sus orígenes, encontraremos simbolismos ocultos en esta extensa construcción de dos pisos y más de 80 departamentos ubicados en el corazón del centro histórico de Mérida, en la calle 65 por 67. Desde su creación, el arquitecto italiano Ángel Bachini intentó plasmar el sincretismo de la cultura occidental en su paso por tierras mayas. Así, su fachada muestra diversos símbolos prehispánicos como los arcos de cada una de sus ventanas, en alusión a las construcciones arqueológicas mayas, destacando los cuatro pilares en forma de serpiente emplumada que representan el descenso de Kukulcán a tierras yucatecas. Destaca en el recuerdo, que a pesar de ser el autor de esta reconocida obra arquitectónica, Ángel Bachini murió sumido en la pobreza y la indiferencia dentro y fuera del partido inquilino. Así, si repasamos los hechos, encontraremos que el motivo de su creación respondía a los intereses y planes del que fuera su primer ocupante, el Partido Socialista del Sureste, al mando de Felipe Carrillo Puerto.

Conocer el lugar resulta indispensable para entender la magnitud y trascendencia de este recinto. En el recorrido, encontramos que en su interior se percibe un gran patio que es la antesala a un teatro de más de 27 metros de profundidad con una ocupación hasta de 5 mil personas. Llaman la atención los bustos labrados de personajes cruciales en la historia y pasado del Partido Revolucionario Institucional: Lázaro Cárdenas, Salvador Alvarado y Felipe Carrillo Puerto.

En esa época, la construcción no superó los 475 mil pesos, aunque antes de su levantamiento, el PSS ya llevaba más de 10 años laborando en el mismo predio. “Eran otras épocas, la política mexicana vivía momentos de caudillismo, muertes, golpes revolucionarios y constantes conspiraciones armadas, hasta que el partido se decidió por la vía institucional, y así buscaron construir esta casa para que existiera una sede formal, pero aquí siempre se ha vivido la política” comenta Juan Durán Flores.

Fue Álvaro Obregón, en los tiempos en que era presidente Plutarco Elías Calles, quien inauguró el edificio, según se lee en el acta respectiva, cuyo original se conserva en las oficinas del histórico Partido Socialista. Sin embargo, es sabido que este establecimiento años antes fungía como la Terminal de Ferrocarriles de San Cristóbal, punto de encuentro tanto de visitantes y comerciantes, que llevaban varios años organizados en un pequeño mercado a las afueras del lugar. Desde su comienzo, la voz que se distinguía al unísono mostraba la intención social de dar espacio y techo a todos los paseantes que se habían asentado desde tiempo atrás. Aunque los hechos, marcan una historia diferente y entremezclada, y es que a lo largo de estos 80 años de existencia, la Casa del Pueblo ha sido un auténtico bunker político desde donde se han presenciado momentos cruciales dentro del PRI. En estos patios, se han destapado a decenas de candidatos para el gobierno estatal. Aquí se han tomado decisiones vitales de campañas políticas y muchos sexenios de este partido al frente del poder. Diputados, senadores, alcaldes priístas han ocupado sus oficinas y no es mentira saber que aquí se han tomado las decisiones que marcaron el rumbo de esta fuerza política en nuestro Estado.

Así, ante la polémica desatada desde la petición de la actual gobernadora Ivonne Ortega, que propone devolver las causas sociales de este establecimiento, saltan al aire fuertes críticas que cuestionan si acaso en algún momento estuvo desvinculada de la política e incluso, se escuchan voces en los partidos de oposición que denuncian intereses disfrazados en este, aún no aprobado, traspaso.

Lo que es un hecho, es que hace décadas este lugar sirvió como techo y posada de varios simpatizantes del partido con escasos recursos, gente de la calle, que incluso aprovechan la farmacia pública y gratuita que desde hace más de 15 años sigue funcionando a un costado de la entrada principal.

“Nunca ajenos a la política, pero si con una causa social, motivaron a la construcción de este bello edificio, que ya es patrimonio cultural y emblema histórico de esta ciudad” concluye Don Juan Durán Flores.