Cuando la censura se despide

CUANDO LA CENSURA SE DESPIDE.
Por Alonso Monroy

La censura existe, la censura lleva años existiendo, la censura enferma, deshace y desintegra a la libre creación.

La censura, aún en nuestros días, sigue siendo la manzana de la discordia de uno de los debates públicos que en el historia de la humanidad más se han discutido, argumentado, criticado, y muchas otras veces más permitido y practicado.

La censura existe, y trae consigo diversas consecuencias, riesgos, orígenes e historia; un largo camino recorrido a nivel mundial y con muy fuerte presencia en nuestro país.

Sin embargo, atrás del oscuro pasado y presente de este cáncer de cualquier manifestación humana, social, artística o cultural, se empiezan a vislumbrar horizontes promisorios que confrontan la relación autoridad-sociedad y en muchos casos, se llega a positivos acuerdos que ya eran una exigencia para la gran mayoría de la sociedad contemporánea.

En lugares multiculturales y cosmopolitas, en el profundo sentido de dichas palabras, la censura se ve aún más debilitada dado las condiciones favorables que la expresión artística y cultural demandan con unanimidad; un libre camino de expresión popular sin miramientos, advertencias, miedos, represiones o desagradables consecuencias. Dejar que dicha manifestación hable por si sola, y despierte su interpretación desde la óptica analítica de un responsable y maduro público u audiencia.

Playa del Carmen, como escenario artístico, juega un importante papel en dicha confrontación que pudiera desembocar en un bien común para el desarrollo cultural y social de esta bella cadera de playas de arena blanca y el sabor que sólo el caribe mexicano puede ofrecer.

Así, Playa del Carmen vive un momento especial; la llegada de culturas externas que enriquecen y valoran nuestra cultura local motiva a la libre expresión e intercambio de ideas, emociones, pensamientos, sueños, y dilemas propios del ser humano. Cuando los ingredientes se encuentran en casa, la mesa está lista para la creación y la genuina expresión y proyección cultural.

En estos casos, el trabajo en equipo es indispensable, y es que la censura no existe ni se presenta cuando el diálogo, la comunicación y el buen entendimiento se presentan tanto en la autoridad competente como del artista o autor de la obra, y en muchos casos, por fin, se está logrando.

Como ejemplo de esto, el pasado 21 de Febrero se llevó acabo la presentación del libro “Hasta las últimas consecuencias” del autor mexicano Arturo Valdez Castro con el apoyo del gobierno municipal. Así, este libro que devela una encrucijada poética y erótica sobre la existencia y confrontación humana, bajo el sutil e irónico lenguaje de la metáfora, fue editado para la libre interpretación de la sociedad playense.

Hecho que motiva a cualquier artista, músico, escritor, poeta, compositor, o cualquiera de nosotros, a seguir construyendo un camino sólido donde la libertad de expresión ronde y se fortalezca. Fernanda Montiel, editora del periódico el Quintanarroense habla al respecto.



Y es que Playa del Carmen y la Riviera Maya son ya una plataforma artística de suma relevancia y trascendencia, donde sólo el libre intercambio de ideas y propuestas seguirá aportando pilares en la construcción de una sociedad mucho mayor armónica, equitativa y balanceada; el desarrollo que todos los que habitamos este país queremos y necesitamos al mismo tiempo.

No se trata sólo de buenos deseos y promesas a medias, es momento de consolidar la ruptura y desaparición total de la censura, y es que nunca, y en ningún caso, podrá dejar algo positivo. Hay algo más allá de ella: la tolerancia, el respeto, y el liberado intercambio social, lo que tantos y tantos grandes pensadores de nuestra era sintetizan como la libertad y su sed de expresión.